La columna semanal de Gaming+: Ese sagrado día de vicio

En un intento por avivar la pagina con algo mas que noticias atrasadas, trailers y análisis me decidí a crear esta columna semanal, esta columna dominical, una columna en la cual explayarme de distintos temas del gaming desde mi punto de vista personal, dejando un poco lo profesional y tratando de ser mas humano, de hablar como el gamer de todos los días, el que recuerda tiempos mas simples, el que se queja por las decisiones de las empresas, el que teme por el futuro de los videojuegos o simplemente para reflexionar un poco. En próximas semanas hablaré de temas mas interesantes pero esta será mi introducción, donde recordaré sobre el único día que podemos usar para fichinear sin problemas, el domingo. Y recuerden que, valga la redundancia, cada domingo tendrán esta columna para leer.

Recuerdo que desde esos lejanos días cuando tenía 8 años, yo y mi hermano jugábamos Mario Bros en una copia barata de NES, el archiconocido (al menos en este país) Family Game con carcasa de PS1 Slim, el domingo fue el día donde podía jugar sin parar y distenderme de las tareas y obligaciones de una escuela primaria de medio pelo. Porque el sábado hacía las tareas y cualquier otra cosa pero el domingo era sagrado. Y los juegos también eran sagrados, y había vicios obligatorios, como jugar a Duck Hunt por la mañana y aprovechar ratos de la tarde para pegarse unos vicios con Mario Bros, Robocop o un cartucho amarillo que tenía 4 juegos ponjas impronunciables y de los que hablaré en otra nota. El único problema era que en la inocencia de la infancia temía que el transformador se sobrecaliente y explote, y el peor problema: había una sola TV en la casa, y eso me dejaba con escasas horas para saciar la sed de aventurarse por los pixelados mundos del Family.

Cuantos habrán caído en la trampa de la carcasa PS1?

A medida que pasaron los años el Family se rompió y por un tiempo me quedé sin fichines, hasta que a los 10 años recibí una flamante SEGA Genesis de regalo por la compra de un TV de 21 pulgadas. Estaba en los últimos años de primaria y la tarea ya no me importaba demasiado, me parecía muy fácil y gracias a eso podía dedicarle todo el fin de semana al Genesis, además de que, con TV en mi pieza por fin podía jugar con tranquilidad. Con esta consolita disfruté de largas horas de vicio del mejor juego de fútbol de la historia: International Superstar Soccer Deluxe, el antepasado directo de la saga Winning Eleven, ahora saga PES.
Aun así el sábado era un día donde me dedicaba a los juegos futbol, o a juegos que no tenían que ver con el mundo virtual. El domingo seguía siendo el día sagrado de fichineo, donde con mi hermano nos viciamos a juegos coop como Sunset Riders y Streets of Rage para luego jugar unos partidos de International Super Star Soccer y darnos unas palizas en Ultimate Mortal Kombat 3.
Y hablando de Mortal Kombat, recuerdo un amigo que también caía algún que otro domingo a jugar, el tenía PC e internet y amigos un tanto enviciados, uno de esos amigos le dio un papel, el cual luego yo recibí prestado por un fin de semana. Ese papel tenía todas las fatalities y brutalities de Mortal Kombat, ademas de algunas babalities y unas animalities que nunca pude hacer andar. Sin duda fue el domingo en el que mas tiempo estuvo prendido el pobre Genesis.

Rey de reyes, aun hoy se extraña las consolas de SEGA

Ya en la secundaria, con mas tareas y mas carga horaria, el domingo si que era el día predilecto para despuntar el vicio. Ya con una PC pude jugar a cientos de juegos en emuladores de todo tipo y a los clásicos juegos del pibe de barrio argentino: GTA, Counter Strike 1.6, Half Life. Además descubrí una maravilla llamada género de estrategia y pude encontrar la diversión de los MMO. Siempre había algo nuevo para jugar.

Porque esos modelos de pocos polígonos y esas texturas lavadas despiertan tanto amor en nosotros? Solo los que lo jugaron saben

Y hoy estoy aquí, con 16 años, yendo una escuela técnica. Realmente el domingo sigue siendo mi único día para disfrutar de los videojuegos a pleno y también para escribir notas con tranquilidad, porque estar tres días metido 10 horas en el colegio y dos días yendo 5 horas, mas las horas de gimnasia y los viajes de ida y vuelta provocan que el sábado sea el día en que duerma la mayor cantidad de horas posibles.
Así que los domingos, ademas de fichinear tengo esta columna para escribir, que espero que les guste. Y cuenten en los comentarios: cual es su sagrado día de vicio?

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