La columna semanal de Gaming+: El Jefe Maestro tiene nueva casa
Hace un par de semanas hablé del aumento de Game Pass y de otras movidas de Xbox que la hacían parecer bastante complicada de cara al futuro, y poco tiempo después llegó un bombazo, que todos esperábamos, pero que no deja de provocar incredulidad al verlo: llega Halo a Playstation.
El 24 de octubre se anunció Halo: Campaign Evolved, un remake del primer juego de la franquicia que además de mejoras gráficas, traerá mejoras jugables, de calidad de vida, cooperativo pantalla partida para 2 y online para 4, y tres misiones nuevas a modo de prólogo. Sin duda puede ser una gran oportunidad para los más jóvenes de experimentar este juegazo por primera vez y para Microsoft de rascar dinero fácil sin necesidad de tener que pensar en mundos e historias nuevas. Yo lo que espero es un trabajo bien hecho de optimización, sin abusar de la IA para hacer los gráficos y que el nivel de los flood no sea una tortura como en el original.
Pero acá lo importante no es el juego en sí, sino las plataformas en las que sale, porque aparte de Xbox y PC que son las obvias, por primera llegará a una consola de Sony: Playstation 5. Y por todo lo alto apareció en el canal oficial de Playstation en Youtube el trailer de anuncio, y la verdad que la sensación de oír el sonido de intro de Playstation seguido del main theme de Halo fue una locura, que si se pudiera viajar en el tiempo pagaría por ver la reacción de los jugadores de 2007 cuando se les muestre eso. Incluso creo que hace menos de 5 años tampoco nadie se lo hubiera creído, pero así están las cosas. En mi opinión estamos viviendo un momento histórico del mundo de los videojuegos, de una magnitud similar al de la llegada de Sonic a las consolas de Nintendo.
Luego de décadas de rivalidad, finalmente el mayor icono de la marca verde aterriza en su mayor competidora. Y lo más probable es que termine siendo más redituable para Microsoft las ventas en Playstation que en sus plataformas, y hasta que tenga más jugadores, incluso sumando los de Game Pass. Todo esto se enmarca en la búsqueda de cumplir un objetivo que ha sido impuesto por Microsoft: rentabilidad. Una rentabilidad completamente imposible, de un 30%, siendo que mucha gente del medio ha remarcado que lo normal es una rentabilidad de entre el 17-22%, y eso hablando de empresas en buena salud y no el desmadre que es Xbox actualmente.
En el fondo pareciera que Microsoft quisiera rematar la marca Xbox, o pareciera no tener la menor idea de como trabajarla correctamente. Porque en los últimos tiempos las declaraciones han ido siempre en torno a una desconexión total con el público: la búsqueda de una nueva consola "potente" pero que al mismo tiempo esté en la línea del Xbox ROG Ally, osea un PC encubierto, la frase de Nadella de que su rival a batir era Tik Tok, el enfoque de "todo es una Xbox" que claramente no ha funcionado, entre otras. Están tirando varios anzuelos, probando suerte a ver cual pica, a ver cual se transforma en la solución mágica a los problemas en que ellos mismos metieron a la marca.
Como ya he dicho en anteriores entradas, a mi me apena, porque la pérdida de competencia, o al menos de una competencia decente, nos afecta negativamente a nosotros los jugadores: tener menos opciones para elegir, depender de las decisiones de cada vez menos empresas, y del estancamiento que produce el que unos desaparezcan y otros sepan de que hagan lo que hagan el público los va a elegir porque no les queda otra alternativa. Mientras más opciones tengamos sobre la mesa, siempre será mejor para todos.




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