La columna semanal de Gaming +: Sony lo ha hecho de nuevo

    El viernes les llegó una sorpresita a los usuarios de PS4 y PS5 a lo largo y ancho del mundo: no podían iniciar sesión en PlayStation Network para usar los servicios online en sus consolas. Esto se regó como la pólvora por las redes sociales, en especial X, y para la noche Sony tuvo que admitir problemas a nivel mundial con los servidores.

    Ya todos conocemos el historial de Sony y el servicio online para sus consolas desde la época de PS3. Siempre tuvo una mayor frecuencia de caídas momentáneas y problemas técnicos que su competidora directa, Xbox, y también se recuerda el gran hackeo de 2011, que dejó sin servicio a los jugadores por más de un mes e incluso expuso datos personales y de tarjetas de crédito de los usuarios. Por eso esta caída abrupta despertó las alarmas en la gente, porque conociendo el historial de la empresa y los ataques maliciosos que hay en internet hoy día, muchos temen una filtración masiva de sus medios de pago, de tarjetas de crédito, datos bancarios, correos electrónicos y cualquier otro dato que les pueda servir a grupos delictivos para obtener algún rédito.

    Por suerte todo se arregló bastante rápido, y ayer a la tarde el servicio de PlayStation Network ya funcionaba con normalidad. Pero esto me deja pensando en lo mal que se sigue manejando Sony respecto a estos asuntos. Ante los primeros reportes guardaron silencio por horas, cuando ya todo estaba desmadrado tuvieron que salir a dar la cara, aunque solo con un tibio "algunos usuarios reportan problemas con PSN" seguido de una actualización en la página que muestra el estado de los servidores en un supuesto "tiempo real". Con el asunto solucionado decidieron dar una compensación: cinco días de PS Plus para los que ya estuvieran pagando el servicio, como si los que no tienen Plus no fueran usuarios de PlayStation.

    Y Sony se va a seguir manejando así, porque inmediatamente anunciada la "compensación" salió un ejercito de usuarios a defender a la empresa, con argumentos como "no hacía falta dar nada, si solo fue un día sin servicio" o achacando a otros jugadores con un "no tienen otra cosa que hacer un viernes que solo piensan en jugar online". Con fanáticos así, que aplauden cualquier decisión de la empresa, que defienden servicios deficientes, consolas incompletas, juegos como servicio sin futuro, el remaster del remaster a precio de juego nuevo, está mas que claro que Sony va a seguir este camino. Y para alguien como yo, que disfruté durante años de sus viejas consolas y sus míticos y variados exclusivos duele saber que esa PlayStation no volverá jamás.