La columna semanal de Gaming+: Rendimiento en tiempos de IA
Finalmente pasó y no dejó a nadie indiferente. Las RTX 5000 serán más potentes, más caras y consumirán mucho más que la anterior generación, algo que viene siendo la tónica en los últimos años. Pero ahora se sumó una novedad que me ha hecho mucho ruido: la IA. Todos sabemos que hoy en día la moda es la inteligencia artificial, y todo mundo intenta sumarle este mote a sus productos (sin importar lo que sean) para generar atracción en el público. En el tema de las tarjetas gráficas ya hace varios años que Nvidia marcó la cancha con la tecnología DLSS, que permite reescalar resoluciones y aumentar frames basándose en distintos algoritmos de inteligencia artificial. AMD le siguió con FSR, Intel con XeSS y hasta Sony con PSSR para su PS5 Pro, aunque todos con una calidad menor a Nvidia que tiene chips dedicados exclusivamente a procesar las tareas de IA.
Pero esta serie 5000 hizo un hincapié gigante en el nuevo DLSS 4.0 y todas sus posibilidades, hemos llegado a un punto en que no se anuncian grandes tecnologías que busquen explorar mejoras en los aspectos técnicos, simplemente buscan fingir resoluciones más altas o mejores framerates. Tal vez sea señal de que se está alcanzando un techo gráfico, donde nada de lo que se haga sea un gran salto, porque en cuestiones de potencia bruta vemos mejoras porcentuales bastante grandes entre cada generación. Pero hay todavía margenes de mejora en cuestiones como físicas o iluminación si las grandes compañías realmente tienen intenciones de seguir acercándose a juegos indistinguibles de la realidad.
El gran problema para los usuarios es que hoy en día los grandes desarrollos están pésimamente optimizados. Juegos como Star Wars: Outlaws, Dragon Age: Veilguard por decir algunos lanzamientos recientes tienen un pobre desempeño incluso en equipos de alta gama. La presión por los tiempos de entrega y el constante recambio de personal en esas compañías multinacionales son una parte del problema. Pero el auge de estas tecnologías de IA ha provocado una dejadez tremenda de parte de los desarrolladores, donde hasta en las fichas técnicas previas al lanzamiento se indican los requisitos con el lema "DLSS/FSR activado". Es algo que va en contra del uso original que se planeaba con éstas tecnologías: extender la vida útil del hardware, permitiendo que los usuarios pudieran, sacrificando calidad gráfica, tener un mejor rendimiento.
También recalcar que muchas veces sólo obtenemos gráficos borrosos e input lag al activar el reescalado, lo cual es obvio sabiendo que ya de por sí no se molestaron en optimizar el juego para el hardware "normal", van a dejar que el algoritmo actúe y entregue lo que pueda. Al final, lo único que podemos hacer es simplemente lo de siempre: no comprar lo que esté mal hecho y listo. Tal vez así, emulando un poco a la IA, aprendan de los fracasos recurrentes y finalmente entreguen un producto que esté a la altura.





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