IndieZone: Legend of Grimrock
Estas últimas semanas anduve jugando a un lindo e interesante juego de rol que tenía pendiente hace años, así que una vez finalizado toca hablar un poco del mismo ya que me dejó con muy buenas sensaciones.
La torre de Grimrock es una inmensa prisión, donde a su cima son trasladados los condenados para cumplir su condena. Tan mala fama tiene que hay una promesa en pie: si pueden llegar hasta abajo y salir, su pena queda saldada y son personas libres, aunque por supuesto nunca nadie logró tal hazaña. Nos tocará a nosotros controlar un grupo de cuatro prisioneros que buscarán la tan ansiada libertad.
Al iniciar nueva partida podemos elegir cuatro personajes al azar o sino crearlos nosotros mismos, escogiendo clase (guerrero, mago y pícaro), raza (humano, minotauro, lagarto e insectoide) y asignando las habilidades más destacables de cada uno, que cambian dependiendo de la clase y son del tipo manejo de espada y de hacha para el guerrero, manejo de tipo de magia (fuego, aire,...) para el mago y manejo de dagas o de arco para el pícaro.
Una vez en juego nos encontramos con escenarios laberínticos y una estructura en cuadrículas, avanzamos de a un cuadrito por paso en cuatro posibles direcciones y podemos rotar la cámara para ver a nuestro alrededor. La ambientación está muy lograda, mostrando un escenario oscuro, húmedo, algo tétrico y que da la sensación de haber sido dejado a su suerte hace mucho tiempo. Esta combinación de una movilidad algo lenta y el no saber qué se esconde tras los oscuros pasillos da como resultado un ritmo pausado y pensativo que queda bien con la intención de parecerse a los clásicos del género.
El objetivo principal es abrirse paso por los pasillos y habitaciones hasta encontrar una escalera que nos lleve al siguiente nivel. Claro que es más fácil decirlo que hacerlo y en el camino nos toparemos con todo tipo de barreras que nos impidan el avance.
Una de esas barreras son los enemigos, que van desde babosas y esqueletos con armaduras hasta temibles orcos y poderosos magos. El sistema de combate para hacerles frente es muy vieja escuela, tanto que hasta me recordó al de Elder Scrolls 2: Daggerfall: en la esquina inferior derecha hay cuatro íconos con el estado de cada personaje y los objetos equipados en cada mano, si equipamos un arma y hacemos click derecho en la misma lanzamos el golpe. Una vez hecho el golpe hay que esperar a que se recupere el personaje para volver a atacar y por si fuera poco el acertar depende de los stats del personaje, así que vamos a quedar regalados más de una vez.
La otra barrera a nuestro avance son las trampas y los puzzles: las primeras aparecen si nos pasamos de curiosos investigando alguna habitación y los segundos en general se tratan de pruebas de velocidad con pisos móviles o secuencias lógicas para las cuales encontramos pistas en forma de notas desperdigadas por el nivel o escrituras en las paredes. No son tan difíciles de resolver excepto por un par que son muy rebuscados y poco intuitivos en su forma de solución.
En el desarrollo habrá que gestionar varias cosas, el inventario es uno: cada personaje tiene el suyo y el límite depende del peso que sean capaces de cargar, tendremos que elegir qué descartar y saber repartir los objetos importantes para no sobrecargar a uno en particular. También tendremos un mortero para hacer pociones, por lo que siempre hay que mirar los rincones en busca de hierbas y frascos. Y algo más puede ser el saber elegir qué equipar en las manos de cada personaje: por ejemplo si queremos ser arquero tendremos que equipar el arco en una mano y las flechas en otra, podríamos equipar una daga y unos shuriken para cubrir dos rangos en otro personaje, el mago necesita un bastón para usar la magia, el guerrero la espada y el escudo, pero también podemos darle una antorcha a alguien, como para no ir a oscuras. Saber armar estas combinaciones nos ahorrará dolores de cabeza al momento de afrontar los combates más complicados.
En cuanto a duración da para unas 20-30 horas, dependiendo de la dificultad y las ganas de explorar que tengamos. Aunque habrá zonas que las repetiremos muchas veces, ya que si nos llegan a arrinconar los enemigos es un game over seguro. Aparte tiene también muchos secretos: salas ocultas con consumibles, habitaciones bloqueadas con piezas avanzadas de armadura y armamento, notas pérdidas que le dan un poco más de lore a la historia, pero es probable que en una primera partida acabemos pasando de largo mucho de esto.
En resumen nos encontramos con un interesante y divertido juego de rol, pausado y con momentos complicados pero que vale la pena darle una oportunidad. Encima funciona en cualquier máquina, así que no hay excusa. Se puede conseguir en Steam y GOG.
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