IndieZone: Limbo
Una noche tranquila y lluviosa, mientras escucho el sonido del agua golpeando el techo me dispongo a jugar Limbo, un pendiente de hace años que aguardaba su momento en la biblioteca de Steam, no podría haber tomado una mejor decisión.
Limbo es un juego de plataformas y puzzles donde controlamos a un niño que despierta en medio del bosque y decide avanzar, buscando algo que no sabemos qué. Todo se siente rodeado de un aura de misterio, gracias a lo poco que sabemos del lugar en donde estamos y a sus particulares gráficos blanco y negro, donde los objetos y personajes son sólo siluetas.
Cada nivel es un pequeño escenario donde habrá que resolver un rompecabezas que nos abra el paso a la siguiente zona. Éstos se resuelven mediante el uso inteligente de objetos del escenario, de las físicas o de algún movimiento enemigo. No son muy complicados aunque hay un par que te hacen pensar un buen rato para sacarlos y en general se basan mucho en el método de prueba y error.
Sin duda lo mejor que tiene es la ambientación, se siente solitaria, inquietante, un poco tenebrosa y aún así despierta la curiosidad por ver que hay mas allá. El tono minimalista hace que no sepamos nada y que cada pequeña situación te deje mas desconcertado que antes, también lo traicionero que es de a ratos, con trampas y enemigos sorpresa que dan lugar a escenas de muerte bastante grotescas es otro gran punto a favor.
En duración está alrededor de las 4 horas, dependiendo de que tanto nos trabemos en los rompecabezas. Es una experiencia que recomiendo encarecidamente probar, y si es en una noche lluviosa como me tocó de casualidad a mí mucho mejor, ayuda a sentirse mas inmersos todavía en esa sensación de soledad y lejanía que nos ofrece esta obra, a esta altura ya un clásico de los juegos indie.
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