Revisitando: Red Dead Redemption (PS3)


Luego de estar un mes y medio dedicando unas cuantas horas a la semana a este juegazo, necesito descargar en esta nota todas los halagos que fui acumulando hacia esta obra maestra de Rockstar que me arrepiento de no haber jugado antes.

Red Dead Redemption es un juego de mundo abierto en tercera persona que podría ser resumido como "GTA en el oeste" pero que realmente está varios escalones por encima que cualquier entrega de esa saga, incluso del descomunal GTA V.


Encarnando a John Marston nos encontramos ubicados en la frontera estadounidense con México en el año 1910. Nuestra misión es dar caza a nuestros viejos compañeros de cuando John era un forajido asaltante de trenes y bancos, pero eso es tan solo el puntapie inicial de una historia épica, hermosa y sencillamente atrapante, llena de momentos emocionantes, personajes memorables y que no olvidaremos jamas una vez la terminemos. Y que decir de John Marston, el mejor protagonista que ha hecho Rockstar en su historia, una persona llena de carisma, con un pasado muy oscuro y una personalidad y filosofía de vida que nos hará encariñarnos con el de inmediato.

Pero este juego no es solo historia, su jugabilidad es otra parte importantísima de la impresionante inmersión que nos otorga. Lo cómodo que es ir a caballo o en carreta de un lugar a otro, el sistema de disparo con el modo "Dead Eye" que nos permite entrar en cámara lenta y marcar uno por uno el destino de los disparos, el mejorado sistema de coberturas respecto de GTA IV, el sistema de atuendos que nos da facilidades dependiendo del territorio en el que estemos. También el sistema de looteo en base a cazar y despellejar animales, recolectar plantas y buscar cofres está mucho mejor integrado en el mundo de juego que el de la mayoría de juegos actuales. Y el sistema de honor y fama que hace que la gente reaccione a nuestra presencia dependiendo de nuestras acciones a lo largo del juego es genial. Todo está bien hecho y es super intuitivo.


El último punto que hace de este juego una obra maestra es su ambientación, dada no solo por el escenario sino por la cantidad y variedad de actividades para hacer además de las misiones. La historia principal nos permite vivir situaciones que recuerdan a muchísimos clásicos del western, y junto con las misiones secundarias nos hacen conocer de lleno la sociedad estadounidense y mexicana con todas las diferencias entre clases sociales y grupos étnicos a través de sus inolvidables personajes.
Pero eso es solo el principio, porque recorrer el mundo de RDR es una verdadera maravilla, y a medida que viajamos por los tres territorios disponibles nos encontramos con pequeños y grandes detalles que nos hacen sentir de lleno en el salvaje oeste: los encuentros aleatorios con ladrones que intentan asaltarnos o gente pidiendo ayuda, la posibilidad de cazar (o ser cazado) por una variedad gigantesca de fauna que varía dependiendo de la zona en que estemos, cazar fugitivos que tienen precio por su cabeza, aceptar duelos de extraños en la calle principal de algún pueblo, visitar el saloon para jugar blackjack, póquer o dados, explorar ciudades fantasmas y minas abandonadas, limpiar guaridas de bandas criminales, recolectar plantas por el campo, aceptar minijuegos en las afueras del pueblo o simplemente cabalgar al atardecer sin destino.
Estas y mas cosas son las que le dan al mundo esa sensación de estar vivo, aparte de otras como los diálogos de los habitantes de la zona o los diarios que van cambiando a lo largo de la historia debido a las acciones que hacemos.


Me falta hablar de dos cosas muy importantes, los gráficos y el sonido. El primero es sencillamente lo que Rockstar nos tiene acostumbrados, y aunque el tiempo ha pasado, los modelados y la calidad de las texturas siguen siendo excelentes, y el sistema de iluminación es sencillamente perfecto, ofreciendo algunos de los mejores amaneceres y atardeceres que se han visto en un videojuego.
En cuanto al sonido, tenemos un cast de voces perfecto, la voz seca de John Marston, el tono campechano de los rancheros, el spanglish de los militares mexicanos, el tono ingles de la gente de ciudad, esta todo hecho de una manera perfecta. Y que decir del soundtrack, una belleza que nos acompaña sutilmente mientras exploramos y estalla en melodías 100% spaghetti western en los momentos de acción. La verdad es mas fácil decirles que vayan a escucharla por su cuenta, porque es difícil de describir con palabras.


En conclusión, estamos ante el mejor juego de Rockstar a la fecha. Con una historia memorable, personajes bien desarrollados, una jugabilidad super pulida e intuitiva, una ambientación inmersiva y una cantidad bestial de actividades para hacer. Y a pesar de haber salido hace mas de 7 años se siente mas fresco que muchos juegos de la actual generación. En fin, la mejor forma de sentirse en el lejano oeste que hay.

Valoración final: Un pulgar arriba y una mano en el revólver.

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